El culebrón terrorífico de Tim Burton

`Sombras tenebrosas´ es una película que queda reducida a un cruce antinatura entre la serie de televisión `Revenge´ y `La familia Addams´. Un plato que puede gustar a los espectadores de multisala, aunque decepcionará a los seguidores de Tim Burton. 


El director Tim Burton y el actor Johnny Depp forman una de las parejas artísticas de más éxito del séptimo arte. Ambos comparten cierta pasión por lo bizarro y lo extraño, que han convertido en casi una marca de fábrica. Sin embargo, sus primeros y arriesgados proyectos han dado paso a otros más acomodaticios y menos logrados.

Sombras tenebrosas, su octavo trabajo juntos, forma parte de esta cuesta abajo en la colaboración entre el famoso cineasta y la estrella de Hollywood. La película es la adaptación de Dark Shadows, una serie de televisión que emitióla cadena ABC entre finales de los 60 y principios de los 70.

El espacio creado por Dan Curtis se caracterizó por incorporar elementos góticos a las intrigas familiares habituales en cualquier culebrón. Poco a poco, los aspectos fantásticos se fueron haciendo cada vez más importantes en los guiones protagonizados por el clan de los Collins.

En busca de unas mayores audiencias, los creadores de la serie decidieron incluir  el personaje  de Bárnabas Collins, el patriarca vampiro de tan singular familia. Pronto, el nuevo protagonista se convirtió en el gran atractivo de un espacio que forma ya parte de la cultura popular norteamericana.

Burton y Depp, fans de la serie original, no han perdido la ocasión de arriesgarse a llevar al cine este clásico de la pequeña pantalla. Lo han hecho con la ayuda de uno de los guionistas y escritores que más saben de terror en la actualidad: Seth Grahame Smith, el autor de pastiches como Orgullo y  prejuicio y zombis o Abraham Lincoln, cazador de vampiros.

El resultado es una insatisfactoria mezcla de terror, melodrama familar, referencias pop y el humor bizarro característico de la mayoría de los personajes que Depp ha encarnado a lo largo de su carrera.

Burton acierta en un prólogo donde se nos cuenta los orígenes de Barnabas Collins, un hombre convertido en vampiro por una bruja celosa del amor que el patriarca sentía por otra joven. Sin embargo, patina cuando decide despertar al chupasangres dos siglos después, en plenos años 70.

Es entonces cuando Burton y Grahame Smith prefieren centrarse en los esfuerzos del personajes por restablecer el poder de los Collins  y vengarse de la persona que le convirtió en un monstruo antes que ceñirse a la historia de amor entre el patriarca del clan y la niñera que vive en la mansión familiar, reencarnación de la que fuera su amada.

La película se convierte así en un cúmulo de tramas que no acaba de funcionar. Como buen culebrón hay traiciones, sexo y muertes, aunque poco de lo que ocurre en pantalla interese verdaderamente.

Burton y Depp lo bañan todo con su peculiar humor bizarro, pero sin lograr que la película destaque por sus momentos cómicos. Tampoco el numeroso reparto, donde destaca la poderosa presencia de una madura Michelle Pfeiffer, acaba de brillar en unos personajes que son poco más que monigotes.

Queda, eso sí, la habilidad del cineasta estadounidense para crear atmósferas siniestras, aunque resulte un escaso consuelo para el responsable de maravillas como Eduardo Manostijeras, Ed Wood o Pesadilla antes de Navidad, la cinta de animación que realizó junto a Henry Selick.

En definitiva, Sombras tenebrosas queda reducida así a un cruce antinatura entre la serie de televisión Revenge y La familia Addams. Un plato que puede gustar a los espectadores de multisala, aunque decepcionará a los seguidores de Tim Burton.

| Crítica de cine de Julio Vallejo para Coveritmedia.