
“Katmandú, un espejo en el cielo no es un biopic”. Es la frase que Icíar Bollaín no se cansa de repetir cada vez que la prensa le pregunta sobre la fidelidad de su nueva película con `Una maestra en Katmandú´, el libro autobiográfico de la profesora Vicky Subirana que le ha servido como base para su largometraje, `Katmandú, un espejo en el cielo´.
“Me he inspirado en la vida de Vicky, pero no es un documental”, aclara la directora madrileña acerca de su nueva película. Bollaín ha intentado captar “el espíritu” de las peripecias de esa maestra catalana que se fue a Nepal para enseñar a los niños de aquel país asiático.
Una particular odisea que muestra a una protagonista -encarnada por la actriz Verónica Echegui- con una personalidad un tanto ingenua.
“El personaje es un poco naíf-, aunque yo he intentando que la película no lo sea. Montar una escuela con tus ahorros es una cosa muy complicada. La protagonista va encontrándose poco a poco con los problemas”, puntualiza la directora.
Después añade: “Es alguien que no responde a una ideología política determinada, ni pertenece a una organización, ni tiene una motivación religiosa. Se aproxima a todo de una manera personal, casi kamikaze. Ella siente una conexión especial con sus alumnos al haber sido de una manera u otra también una paria. Lo que me parece interesante es cómo se da cuenta que sola no puede hacer todo esto. Tiene inocencia, pero también una energía y una pasión muy bonitas”.
Vicky Subirana, la maestra en la que se inspira el filme, se encuentra “entusiasmada” con la película, aunque se mostrara un tanto escéptica durante el rodaje.
“Vino al rodaje, vio la escuela y nos dijo: Las clases no eran así. Tuve que explicarle que lo que intentaba era captar el espíritu de lo que hacía”, expone la directora de Te doy mis ojos.

Extranjeros por el mundo
Katmandú, un espejo en el cielo continúa, en cierta medida, la propensión de Bollaín a situar a españoles en países extranjeros, una tendencia que inauguró También la lluvia.
“Me fascinan los españoles por el mundo. Me encanta encontrármelos y me preguntó qué hacen allí”, reconoce la cineasta. “La gente en un lugar que no es el suyo-prosigue- es muy interesante, porque tiene que enfrentarse a muchas cosas. Por ejemplo, entender nueva cultura y aprender a no juzgarla”.
La realizadora continúa con su punto de vista realista del cine y se aleja conscientemente de la visión esteticista que sobre el Nepal nos mostraron el realizador Bernardo Bertolucci y el director de fotografía Vittorio Storaro en largometrajes como El pequeño Buda.
“Katmandú trata sobre alguien que se encuentra en Nepal y se topa con una realidad. Si la decoras, no será bueno para la película. Si te mantienes más cercano a la realidad, vas a ganar más. El paisaje humano de la película llega incluso más que el natural. Mostrar las caras de la gente tal como son es también algo muy bello”.

Premios Goya
Acostumbrada a ser una de las favoritas en los Premios Goya, Bollaín se muestra satisfecha con las candidaturas a la mejor actriz y mejor guion adaptado a las que opta Katmandú, un espejo en el cielo, aunque le hubiera gustado que se reconociera al filme en alguno de los apartados técnicos. La propia directora explica las razones de su escasa presencia en los galardones.
“Para poder entrar en los Goya hemos hecho un pequeño estreno que ahora se hace el grande. La gente de la Academia ha tenido un montón de pases, pero nunca tienes el mismo eco que cuando estrenas de manera más amplia. Me parece difícil conseguir más candidaturas sin acompañarte de un debut y unas críticas. Ya me doy contenta con dos nominaciones, aunque es una pena que no tenga más, porque hay trabajos superchulos en la peli. Hay una labor de arte y de vestuario muy grande, y te gustaría que la gente que se ha metido contigo en esta aventura tuviera una nominación”, finaliza.
Entrevista por @JVallejoHeran para Coveritmedia